Cada vez tenemos más cerca la posibilidad de disfrutar de una conducción totalmente automatizada, y en esa línea están trabajando actualmente en el área de Investigación y Desarrollo de Bosch, según ha comunicado su responsable Belén Arana en una reciente rueda de prensa; en la que además mostraba los últimos avances de la compañía en este proyecto.
Según Arana, este sistema de conducción se irá introduciendo en el mercado de manera gradual, siguiendo un plan de tres fases, así: “los usuarios nos adaptaremos progresivamente a la conducción automatizada y la tecnología también”. En estos momentos ya estamos inmersos en la primera fase con una “conducción parcialmente automatizada” ya que contamos con sistemas de orientación longitudinal y lateral que, aun así, necesitan de la intervención del conductor y no son totalmente autónomos.
En la segunda fase nos estaremos ante “conducción altamente automatizada” en la que nuestro vehículo sea autónomo pero permita la intervención del conductor en determinadas situaciones. Y finalmente llegaremos a la última fase de “conducción totalmente automatizada” muy similar a una situación en piloto automático, en la que será nuestro coche el que afronte directamente cualquier decisión y situación en la carretera desde el punto de partida hasta la finalización de nuestro viaje; así nuestro vehículo “se convierte en chófer y el conductor en pasajero” asegura Arana.
El plazo estimado por Bosch para llegar a esta última fase es de diez años, y actualmente están destinando cerca de 2000 ingenieros a trabajar en el desarrollo de esta tecnología que incluye desde el propulsor de la marcha a los frenos, el control de dirección, sistemas de navegación y geolocalización, además de diversos sistemas de conectividad dentro y fuera del vehículo.
Esta tecnología está teniendo un desarrollo frenético ya que actualmente Bosch está asistiendo a los conductores a realizar cambios de carril y a realizar frenadas de seguridad ante obstáculos y han vendido más de 50 millones de sensores de entorno y asistencia a la conducción. Con este sistema Bosch asegura que cuentan con el potencial para conseguir una reducción de al menos el 30% en los accidentes de tráfico. De hecho, según estudios recientes, solo con el asistente de frenada se podrían evitar más de 250 accidentes mortales al año en España.
Sin embargo, en muchas ocasiones la legislación no avanza a la misma velocidad que la tecnología, y este es un ejemplo más, ya que el actual Convenio de Viena sobre circulación vial data del año 1968 e incluye en su texto que el conductor debe mantener el control de su vehículo en todo momento, así que por tanto choca frontalmente con este tipo de dispositivos. Así que serán necesarios cambios en la legislación que permitan su adaptación al creciente desarrollo tecnológico actual.
Además se nos plantean nuevas preguntas ¿cómo repercutirán estos avances en los talleres?¿será necesario revisar nuestros, ya obsoletos, conceptos de educación vial?¿estamos preparados para dar el salto de conductores a pasajeros? Sin duda aún tenemos muchos pasos que dar para estar totalmente preparados ante los actuales avances tecnológicos del mundo de la automoción pero desde Grupo Cotocar trabajamos para estar siempre en primera línea de este tipo de avances tecnológicos.